¿Hasta cuándo estas peleas de vida o muerte por 'los colores'?¹
Lamentablemente, tenemos que empezar esta previa diciendo que no se hablará mucho de fútbol y sí utilizar términos como violencia, barras bravas, muerte, degradación social o intolerancia, palabras que describen el motivo por el cual el partido entre Atlético Nacional y Millonarios no se disputará esta noche (martes 24 de septiembre), suspensión decretada por el Gobierno Distrital de Bogotá.
Hechos concretos, no palabras bonitas
Las barras bravas siguen ganando su partido. En esta ocasión, tras una persecución en la noche de ayer (lunes) de hinchas de Millonarios a uno de Atlético Nacional dentro de una estación (Ricaurte) de Transmilenio, el hecho terminó en tragedia y en la muerte de Carlos Andrés Medellín, un joven de 20 años e hincha 'verdolaga', víctima que cobra la violencia de nuevo en episodios extrafutbolísticos.
Preguntas surgen al respecto y hay causas de dónde agarrarse. Por supuesto, la violencia en el fútbol es un tema que cada vez más apela a discursos repetitivos y con supuestas soluciones que no llegan ni a mitad de camino, y no llegan porque la problemática comprende una profundidad allende al fútbol, cuyos trazos de intolerancia se reflejan en los múltiples relieves violentos de la sociedad.
Pero da la sensación de que seguir hablando así de este tema es repetirse sin poder llegar a una respuesta satisfactoria a corto plazo. Entonces, ¿por qué no mejor detenerse en los actos que han ayudado a que el fútbol colombiano dé un paso adelante en temas de tolerancia y convivencia?
Una de ellas es la eliminación de tajo de los alambrados que separaban a los hinchas en las graderías de los jugadores/equipos en cancha. El símbolo de represión quedaba atrás en la previa del Mundial sub-20 que se realizó en Colombia. Lejos de palabras que se las lleva cualquier brisa y combatiendo de frente el miedo, esta medida permitió que el hincha comprendiera que la libertad y los límites se los pone uno mismo y no metros de alambrados y púas. El autocontrol de un hincha. Saber qué está bien y qué está mal. Saber dónde tirarse un pedo y dónde no (?).
El otro rostro, sin embargo, para borrar esa buena decisión -que fue más por obligación de la FIFA que decisión propia de los entes del fútbol colombiano-, surgió con el impedimento de ingreso de los hinchas visitantes a los estadios, a lo que se agregó también, equivocadamente, la antinorma prohibitiva de los aficionados con camisetas visitantes.
Esto promovió automáticamente un sentimiento xenófobo en las barras juveniles locales, quienes empezaron a rechazar no sólo a las barras de los equipos visitantes sino también a cualquier aficionado con prendas, colores o detalles alusivos a estos equipos. Y se notó en gran magnitud en el partido de vuelta de la final del semestre anterior entre Santa Fe y Nacional, donde se les negó el ingreso al Campín a los hinchas 'verdes'. Pero esta decisión fue llevada más allá -negativamente- por la gente 'cardenal', que maltrató a cualquier persona que fuera 'sospechosa' de ser aficionado 'verdolaga', ya fuera por el acento paisa o que simplemente no llevara algún detalle 'albirrojo' o se identificara como hincha santafereño. Increíble...
Como se ve, la decisión exacerbó las diferencias y van a manifestarse mayores dificultades e inconvenientes cuando estos hinchas visitantes puedan acompañar a sus equipos en diferentes canchas del país. Sin duda, esta decisión fue un retroceso, sin inteligencia, y pensar que se va a reducir la violencia con este tipo de medidas es no comprender muy bien el contexto sociofutbolístico colombiano. Ahora, claro, se sabe que antes de recurrir a esta medida antipopular ya había barras bravas en Colombia, ya había peleas, violencia y muertes, pero esta decisión no hace más que contrastar más las diferencias.
Vamos a decir esto claramente: con el surgimiento de las barras bravas, empezó la violencia dentro y fuera de los estadios. En el escenario del FPC, antes de estas barras con semblanza argentina-chilena, no sa daban estos hechos lamentables. Con el nacimiento de estos grupos, se abrieron nuevos espacios de catarsis juveniles, tanto para hechos loables como para los repudiables. Pero, reviendo nuestra historia como nación, ¿qué es lo que merecemos?
Ah, sí, como dato menor: el partido quedó para el 8 de octubre (8:10 p.m.).
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¹ Foto de Deviantart (http://fc06.deviantart.net/fs71/f/2012/101/c/b/reptile_vs_sub_zero_by_deunan4g63-d4vtgfz.jpg).
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