¡La felicidad de gritar TRICAMPEÓN!

"¡¡Tricampeooooones, tricampeooooones, oe, oe, oeeeeeeeee!!"¹

Son dos post en uno porque había que escribirlo en caliente y en frío (?). El primer texto es arrancado del corazón, a pocos minutos de la conquista de la decimocuarta estrella. El segundo escrito se realizó de a poco, con el correr de las horas y de los días, ya un poco más calmado, viendo de manera diferente este hecho inigualable.

"Se olvidó de escribir el post del tricampeonato", habrán pensado algunos de ustedes. Y no, ¿cómo me voy a olvidar? No sean putos (?). Acá está, para los que tengan paciencia y quieran leer el Ulises 'verdolaga' (?).

¡Bienvenidos siempre y saludos de tricampeones!

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Hace pocas horas vivimos una de las noches futboleras más increíbles e inolvidables. Lo de anoche sobrepasó de lejos la monotonía serial de un partido de fútbol cualquiera, fue más que una final -que "no se juega todos los días", más allá de esbozar el lugar común-, y se acercó al significado de una revancha preparada cuidadosamente por el tiempo, como aquel creador o artista que paso a paso construye su obra.

Las emociones fuertes no faltaron. Las buenas, como el gol tempranero de Alexis Henríquez, cuando no se cumplían siquiera cien segundos de juego, que abrió las puertas de un horizonte reverdecido y esperanzador; y también las malas, como el tanto de Edison Toloza, que apagó súbitamente ese fuego intestino de los primeros minutos y nos llenó de dudas e inseguridades...

El reloj caminaba inexorable a su fin. Era amigo o enemigo y a la vez ninguno. Pasó el tiempo reglamentario y no queríamos aceptar nada; mucho menos ese final infeliz que se entremezclaba cada vez con mayor nitidez con la cordura, con la realidad. Nos pesaba un montón levantarnos de nuestras sillas, pero lo hicimos para acompañar de alguna forma y a nuestra manera al equipo, como los mejores hinchas 'verdolagas'.

Diez segundos menos eran impactos fuertes a esos corazones que se nos salían de las manos y había gente que ya se entregaba a la resignación...  Todo cambió en instantes. Se deshacía el tiempo de adición y ahí fue cuando John Valoy se agachó para cabecear -sí, así fue- y generar el grito colectivo, masivo, infinito, donde más de 40.000 voces fueron una para gritar "GOOOOOOOOOLLL HIJUEPUTAAA GOOOOOOOOOOLL", y creer que sí estábamos dentro de esta realidad, que sí había llegado ese gol por el que tanto habíamos empujado, puteado y alentado... Lágrimas, abrazos, sonrisas, nervios tensos que hallaban resguardo e ilusiones que renacían y se mantenían latentes. La llama del tricampeonato seguía encendida.

Los muchachos presentían que la 14 estaba muy cerca.²

Los penales. ¡Ja! Los penales son un estado especial del fútbol. Te ponés en el centro de dos intensidades extremas: el de la felicidad única o el de la tristeza profunda. Y ahí, en esa definición de tensiones, Franco Armani fue el mejor guía de todos, pasando por todos los espectros positivos para llegar al lanzamiento cumbre de Alejandro Bernal, el elemento elegido que puso el último ladrillo para pregonar que la obra del tricampeonato estaba concluida.

Allí no más se multiplicaron las alegrías: vinieron más abrazos y más lágrimas, porque no teníamos por qué contener nuestras emociones. El peligro del 'Tiburón' sólo había sido una pesadilla y disfrutábamos de la estrella 14: la que reveló que Nacional es el más grande de Colombia, con más hinchas, y ahora, también con la chapa de ser el que más títulos tiene en el FPC, donde es el rey absoluto.

La magna obra del arquitecto.³

¡Muchas gracias, cuerpo técnico y jugadores de Atlético Nacional por esta alegría!  Y sigamos gritando ¡NACIONAL TRICAMPEÓN HIJUEPUTAAAAAA! ¡¡Y ya lo veee, y ya lo veee, somos campeones otra veeeeeez!!


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"Los Invencibles"⁴

A sólo días de cumplirse 25 años de la conquista de la Copa Libertadores, Atlético Nacional vivió una de sus noches más gloriosas al consagrarse tricampeón del fútbol profesional colombiano. Lo hizo en una revancha muy especial -y esperada- ante Junior, al que derrotó con agonía y mucho sufrimiento en los noventa minutos por 2-1 para luego vencer en la serie de penales por 4-2. El gol de John Valoy, al minuto 93, le permitió al cuadro 'verde' mantener la llama de la ilusión del tricampeonato, que finalmente concretó desde los doce pasos, a través de un gigante Franco Armani y la consecución definitiva de Alejandro Bernal. Así, en sólo unos segundos, el 'Verdolaga' pasó de la amargura pesada a la alegría desbordante y poder gritar ¡¡¡¡¡TRICAMPEONES HIJUEPUTAAA!!!!! Así, con mayúscula y palabras soeces, porque si no, no es creíble la crónica (?).

Fuimos los mejores, y punto
Bienvenida la estrella 14 a las vitrinas del equipo de fútbol más grande de Colombia. Duélale a quien le duela, con este título el 'Verde' pasó en trofeos ligueros a América (13), que se engolosinó (?) con el Bajo mundo, e igualó a Millonarios. Pasa que a los 'Azules' les costó esta vida y la otra para llegar a la decimocuarta conquista y nosotros sólo nos tomamos cinco meses. Mirá qué diferentes somos (?).

Librándonos un poco de fanatismos sin sentido, y siendo un poco más objetivos, vamos a decir que este título del 'Verdolaga' es merecido y lógico. Si nos vamos por el camino de los números, Nacional fue el líder de la fase regular, posición que aseguró en la penúltima fecha y con la desventaja de disputar partidos domésticos con una agenda apretada, ya con el contexto mundialista pero intensificada por la participación de la Libertadores en el llamado 'grupo de la muerte', con viajes a Brasil, Argentina y Uruguay.

En etapas finales, demostró su poderío ante Envigado a través de una nómina alternativa y ratificando todo tipo de favoritismos. En semifinales la vara elevó su nivel con un Santa Fe dispuesto a tomarse revancha de la final del primer semestre de 2013. Y, la verdad, si tomamos lo sucedido en la ida y al día siguiente lo que ocurrió ante Defensor en Copa, el escenario pintaba muy feo en el que Nacional parecía llegar a su límite en cuanto a lo físico y lo psicológico.

El nivel de dificultad de afrontar la doble competencia en fases avanzadas fue mucho para el equipo, porque quedó eliminado de la Libertadores ante un Defensor con menos recursos futbolísticos y que planteó un esquema ultradefensivo en los dos partidos de la serie. Sin embargo, el 'Verde' doblegó y le remontó la serie a Santa Fe y se instaló en su tercera final consecutiva, dejando a los 'antis' con los memes hechos (?).

La supuesta final bogotana -no aprenden más estos rolos- se truncó, se diluyó, se hizo pedazos... BUAAAJAJAJAJ (?) Un Millonarios-Santa Fe definiendo un título como que no es compatible con los sucesos del FPC en el siglo XXI. Llegaron Nacional y Junior, los equipos con más finales de los torneos cortos (10 y 6, respectivamente) y ya se planteaba la vendetta 'verde' por lo acontecido en 2004.

El partido de ida, en el Metropolitano, culminó con un 1-0 abajo para Nacional: quizás poco por la capacidad de anotar que mostró el equipo en todo 2014 -de hecho, fue el conjunto que anotó más goles en la Liga- y sobre todo de local -con los mejores números-, pero también mucho si teníamos los antecedentes recientes del rival, que en las fases finales se hizo muy fuerte defensivamente e incluso se dio el lujo de eliminar a Millonarios sin anotarle un gol en semifinales. Nereo Rocco estaría extasiado (?).

Para la vuelta, habría un plan distinto. Juan Carlos Osorio guardó a varios de sus piezas fundamentales luego del pesado viaje desde Montevideo y no los convocó para el encuentro de ida. Hablamos de Bernal, Daniel Bocanegra, Sherman Cárdenas y Jefferson Duque. Cuatro ases de Osorio. Los cuidó porque asomaba una etapa de lesiones en el equipo: ya estaban fuera de carrera Stefan Medina, 'Neco' Martínez, Diego Peralta y Elkin Calle, mientras que otro elemento clave como Alexander Mejía seria ausencia fija por su convocatoria mundialista entre los 30 de la Selección Colombia.

Pero mejor hablemos de los que estarían y cómo jugaría el equipo. Con Bocanegra, Bernal y Sherman se armó bien el costado derecho del 'Verde', mientras que por la izquierda el sector estaría bien cubierto por Farid Díaz y Juan David Valencia, y Edwin Cardona si se le daba la gana (?) de tirarse sobre la banda. Duque, por otra parte, sería elemental como referente de área, el tipo que mete miedo a las defensas rivales, y si no es miedo por lo menos que digan que hay un tipo peligroso de Nacional ahí.

La novedad en el medio estaría en la titularidad de Jairo Palomino, por la ya anunciada ausencia de Mejía y también la de Diego Arias, sancionado por acumulación de tarjetas. Una prueba importantísima para Jairo ésta, eh, para consagrarse y 'entrar' como hombre de confianza de Osorio.

Con los nombres prácticamente confirmados, el siguiente paso era saber cómo se pararía el equipo en la cancha. ¿Volver una vez más a la línea de 3 o irse directo con cuatro atrás? Lo único cierto es que, desde NUESTRA PERSPECTIVA, y con el contexto de tener que buscar el resultado en casa, Nacional tenía que salir con cuatro en defensa, porque cada vez que salió con este sistema le fue bien, repetimos, en el Atanasio, tomando el rol del que propone, mucho más agresivo. En 2014 se notó y en la vuelta de la final ante Cali también.

Un uruguayo bajo las sombras (?)
El poder oculto de Junior es Julio Avelino Comesaña, por más que el que ponga la cara y hable sea David Pinillos, pero este último es una figura descartable -con y sin (?)-. Te das cuenta de cómo habla en la rueda de presa y ahí no más ya sabés que es otro el que tiene los poderes. El eterno DT uruguayo, que nunca se irá de Junior, más allá de que se vaya una y otra vez, porque siempre vuelve, reemplazó en el cargo a otro sempiterno técnico 'rojiblanco', como Miguel Ángel López. Son como dos manos que hacen parte de un cuerpo; uno es la mano izquierda y el otro la derecha. Obviamente, el de la izquierda es el 'Zurdo' López (?).

En definitiva, le dieron una patada en el culo al 'Zurdo', by Martín Arzuaga, se fue y llamaron a otro de la casa como Comesaña. El ex asistente técnico de la Selección llegó a acomodar un barco que ni estaba cerca de la deriva, pasa que algunos muchachos le hicieron la cama king size (?) al 'Zurdo' y ya sabemos cómo son estas vainas, no joda (?).

A partir de la llegada de Comesaña al banco 'tiburón', no de manera oficial pero bueh, Junior ganó orden en cancha, perdió muy poco y empezó a escalar posiciones, instalarse en el G8 (?) y finalizar la fase regular en el podio. No obstante, el #ComeburraStyle (?) no convenció del todo a la afición barranquillera, que veía a su equipo sacar resultados por encima del espectáculo, y cuando decimos "espectáculo", es una característica que está más cercana a la identidad de las gentes costeñas.

Un gol tempranero: impensado pero festejado.⁵

La precocidad (?) de Henríquez; Toloza lo ve mejor afuera (?)
Nacional salió a la cancha a comerse vivo al 'Tiburón'. Mirá vos qué hambré que tenía (?). Y lo hacía porque quería anular lo más rápido posible la desventaja del duelo de ida. Por eso, sin cumplirse el primer minuto de juego, ya el 'Verde', luego de una falta del estimado (?) Samuel Vanegas a Cardona sobre un costado, tenía un tiro libre libre de relativo peligro sobre la puerta de Sebastián Viera.

Cobró el 10 con dirección al área chica, y ahí se vinieron varios jugadores a tratar de conectar, lo que impidió que el arquero uruguayo saliera con decisión a impactar el envío con sus puños. Fue entonces que Henríquez llegó sin marca y en medio de un pequeño salto en el aire se acomodó para solamente tocarla de zurda y poner el 1-0. Para el 'Verdolaga', qué mejor que empezar este partido así, ganando desde el primer minuto.

Al minuto 5 el tiro libre ahora le correspondía a la visita, esta vez mucho más frontal y con perfil para 'Carachito' Domínguez, cuyo cobro se estrelló en la barrera. Fuera de eso, a Junior se lo veía recostado sobre su terreno, como si su seguridad dependiera de ello, tratando de proteger ahora sólo una igualdad y no la ventaja que había traído desde Barranquilla.

Y mientras el plan de Pinillos/Comesaña para su equipo era ése, obviamente Nacional seguía yendo al frente a por más, a buscar una ventaja que le diera más tranquilidad para desarrollar su juego. Hubo peligro sobre el cuarto de hora, de nuevo por la izquierda local, con Valencia recibiendo una pelota y encarando varios rivales, superándolos, entrando al área y generando muchos riesgos sobre el pórtico de Viera; hubo remate-centro del jugador 'verde', rebote que quedó en las cinco con cincuenta pero nadie de Nacional que estuviera ahí para mandarla al fondo.

Toloza, el diente más afilado del 'Tiburón'.⁶

"Huele a gol", anunciaba el hincha 'verdolaga', y no se equivocó (?). Al 16', Junior toma una pelota en mitad de cancha, la circula bien: primero por derecha, pasando por el centro con César Fawcett y terminando sobre la izquierda, con 'Carachito' bien abierto y con espacios para mandar el centro, muy medido, que aprovechó Toloza, que llegó solo sobre el medio, para poner el empate.

Se congeló todo el Atanasio y ahora la tarea era la misma que en el comienzo, pero ahora con dos complicaciones: Nacional tenía menos tiempo y el gol de Toloza lo dejaría golpeado por unos minutos, obstaculizando claridades en su juego. Tan golpeado quedó el equipo que por poco el mismo Toloza, segundos más tarde, entrando velozmente por derecha, con espacios, remata fortísimo y casi ese tiro se le mete al ángulo a Armani. No había dudas de que el miedo se había apoderado de la feligresía local.

Paralelo a ese estado de ánimo del hincha, el equipo se movía en la cancha con dificultades en generar llegadas, tener profundidad y que aparecieran los elementos que más saben con la pelota. No había mucho contacto con Sherman ni con Cardona, mucho menos con Duque, estacionado entre mil enemigos cerca del área juniorista.

La apuesta visitante era sencilla: tenía la ventaja y además la confianza de que en las fases finales, en casi cinco partidos y medio, no le habían anotado un gol. Catenaccio atlanticense (?) en su esplendor que le hacía frente al bicampeonato del 'Verdolaga'. Lo único que tenía en ataque y que generaba mucho peligro era Toloza, que hasta el momento, en cerca de media hora, se erigía como la figura del encuentro.

Sn embargo, a todos los Toloza les llega su hora (?). Transcurría el minuto 32 y luego de un tiro libre de costado de la visita, Edison va a una pelota en el área rival, hace un movimiento forzado, pisa muy mal y queda sentido en uno de sus tobillos, lesión que terminó sacándolo de su partido. Tozudo que es, quiso seguir jugando, pero la intensidad del dolor no lo dejó ni siquiera terminar el primer tiempo. Ahí no más se acabó el ataque del conjunto barranquillero con su único referente adelante. El 'Tolo' (?) fue sustituido por el inexperimentado Maicol Balanta (39') y dejaba todavía calentando banca a Vladimir Hernández.

Se aproximaba el cierre de la primera etapa y Nacional volvió a la carga en área 'rojiblanca' con un intento de chilena de Palomino, que se fue por encima del travesaño. No mucho más, porque Junior dejaba muy pocos espacios para un Nacional que empujaba mezclando voluntad con elaboración.

No obstante, otra vez por izquierda, donde Nacional se hizo 'más fuerte' en ataque, Valencia recibió solo dentro del área y le pegó de primera, pero su tiro fue mitigado por William Tesillo. La idea antes de irse al descanso era volver a anotar y así crecer anímicamente en los segundos 45, pero el 'Tiburón' estaba muy atento en defensa. Qué se le va a hacer... Había que replantear algunas cosas en la segunda mitad.

Un solo equipo para proponer.⁷

Sin los goleadores
La primera novedad fue sacar a Henríquez -lesionado- y meter a la cancha a Wílder Guisao. Menos gente en defensa y más en ataque, creando mayor volumen de juego sobre las bandas. Lo cierto es que el sistema inicial del 'Verde' fue con cuatro atrás, pero por la propuesta tacaña (?) de Junior, no tenía sentido tener tanta gente en el fondo. Obvio, la lesión de Henríquez facilitó replantear el asunto. Sin Alexis, a Palomino le tocó retrasarse un poco, dejar a Bernal como mediocentro y ubicar sobre la derecha a Guisao.

Como curiosidad del juego, ya habían sido sustituidos los autores de los goles, y ambos por molestias físicas. Nacional cambiaba su plan -no su estilo- y se adecuaba a lo que le deparaba el contexto, el momento, mientras que Junior se ceñía estrictamente a lo planificado desde que empezaron los play·offs: tener seguridad en el fondo y hacer daño con velocidad en contragolpes.

Se reanudó el juego y lo descrito en el papel se reflejaba en la cancha. Casi veinte jugadores en un espacio de cincuenta metros por cincuenta. Hagan la cuenta (?) y sabrán que cualquier jugador 'verdolaga' no tendría tiempo ni espacios suficientes como desarrollar bien su juego. Claro, el tiempo es un factor que cada vez más se hacía pesado para el bicampeón. Y para quitar esos segundos valiosos, los 'Rojiblancos' hacían tiempo, más allá de la lesión de Toloza, y también la de Fawcett, que contaremos enseguida.

Fue al 58', en una jugada por derecha, cerca de los bancos, que Guisao va por una pelota y traba a Fawcett, en un contacto donde el que pega es el lateral izquierdo 'tiburón', pero no lo ve a Guisao, que aparece por detrás para intentar quitarle el balón. No es por meterle el dedo tricampeón (?) en la llaga a la gente de Junior, pero si se ve bien la jugada, el que trata de impactar es Fawcett y no Guisao, con tan mala fortuna que la acción finaliza con la lesión del primero.

Minuto 63 y un cambio que sería fundamental para el 'Verdolaga': sale Díaz y entra Valoy. Insistimos: Nacional cada vez con menos defensas y con más gente adelante, porque la misma propuesta de Junior le indicaba hacer eso. Prácticamente quedaba el 'Verde' con un zaguero atrás: Óscar Murillo.

El timepo pasaba y lo más destacado que se veía eran las amonestaciones, las caras de los hinchas (?) y los cambios que hacían perder más tiempo. Se iba de la cancha Palomino y entraba Ángel (74'): el papelito (?) dictaba que ahora metieran balones por arriba, para que Juan Pablo impactara directa o indirectamente -como pívot-.

Desde el minuto 80 todo se jugó en el campo juniorista y Nacional empezó a generar mucho peligro por arriba, como la que tuvo Duque, tras recibir de cabeza por parte de Juan Pablo Ángel y resolver por la misma vía, tiro que parecía el segundo para el 'Verde', pero Viera, en sensacional atajada, hizo trizas la frase que dice que "dos cabezazos en el área siempre es gol".

El empuje 'verde' era incesante. Al 84', en un pase de globito magistral de Sherman, Valencia entra solo por izquierda y remata, pero Viera de nuevo salva a su equipo con un cierre impresionante. Si Toloza fue la figura 'rojiblanca' en la primera mitad, Viera lo era de estos últimos minutos cardíacos.

Nueva llegada al 86': Nacional intenta penetrar por arriba, rechaza en corto Johnny Vásquez, le da de primera Bocanegra pero el tiro sale al otro lado, donde está solo Ángel, que dispara de una, para sorprender, pero la pelota justo va en dirección del arquero charrúa, que no da rebote y se convierte en el héroe de la casi estrella (?) 'tiburona'.

Los rostros de los hinchas 'verdes' marcaban un sufrimiento único. "Otra vez estos hijue... nos van a ganar acá en el Atanasio". Y en medio de ese sufrimiento se advertían destellos de resignación, porque el reloj ya había sobrepasado el tiempo reglamentario, con la tableta del cuarto árbitro señalando cuatro minutos de adición; cuatro minutos más de vida, de soñar con algo impensado.

Al 92', en un envío por derecha de Bocanegra, Ángel salta más y mejor y clava el testazo, pero otra vez Viera se interpone en lo que era el segundo tanto local. Y así sufría más la gente del 'Verde', porque el gol se veía cerca, tan cerca, y en tantas ocasiones, que el sufrimiento y la resignación le abría un campito al dolor...

Pero sigamos comentando. Tapó Viera y el rebote lo mandó al córner Vanegas. Cardona iba apurado a cobrar el córner pero los rollos de papel obstaculizaban el espacio de tiro. Se perdían dos segundos valiosos, cinco viejas gritaban y diez niños lloraban en el estadio (?). El "Hijueputas costeños" era trend·topic (?) en ese momento.

¡La boca llena de gol!⁸

92:34 Cardona cobró, nadie fue con Valoy y el ex Quindío, casi agachado y sin querer queriendo, pero queriendo (?), la mete para desatar el grito encerrado, el acercarse a sacar aquella espinita de lo de 2004, el arrancarle la octava estrella a Junior cuando ya su afición sacaba el carro de bomberos... Uno se pregunta cuándo fue más feliz Valoy que en ese momento de correr y festejar su gol. Seguro que tendrá más momentos felices, más importantes, pero ¿con esa intensidad de llevarlo a uno hasta las lágrimas? Hasta Osorio fue corriendo a celebrarlo con esa montaña de jugadores que se postraba sobre Valoy.

Nacional hizo 21 con Valoy sobre la hora. Cuando las apuestas ya daban al 'Tiburón' como ganador de este Apertura '14, la pequeña llamita del tricampeonato volvió a mostrar su brillo, y en la última jugada del encuentro, literalmente. Ahora los que no podían creer lo que estaba ocurriendo eran los jugadores 'rojiblancos' que estaban fuera de la cancha, y los de adentro también, estáticos, con las manos en la cabeza... todos intentando volver a la realidad. Golpeadísimos quedaron en la antesala de los penales.

Dijimos penales, y bueno, ahora el 'Verde' se medía a un monstruo de esas definiciones como Viera. Había varios flash·back para la reseña: la final del Finalización 2004, la serie por el título del Apertura 2011 con Nacional y Equidad, la definición seis meses después en Manizales entre Once Caldas y Junior... historias no faltaban; emociones tampoco, porque en los penales es muy difícil dejar el corazón afuera.

Se decidió que se patearía sobre el fondo sur, mismo arco de aquella coronación 'rojiblanca' en 2004, mismo también que entregó el título a Cali en la Superliga, a comienzos de este semestre, y no en Norte donde el 'Verdolaga' se consagró ante América en 1999 o ante Equidad en 2011, pero igual la confianza del equipo estaba a pleno para acabar con cualquier racha negativa.

Armani acercó la 14 al 'Verdolaga'.⁹

Empezaría la serie Junior con 'Carachito', que no falló; por Nacional inició Valencia, quien anotó; siguió en el elenco 'rojiblanco' Viera, con un pelotazo cruzado que Armani detuvo de forma magnífica, agitando el volcán ruidoso que era en ese momento el Atanasio; siguió Cardona y marcó; Narváez no dilapidó; Bocanegra con calidad la cruzó y mantuvo la diferencia; vendría entonces Vásquez, le dio al medio, fuerte, Armani sobre su derecha, pero con la reacción justa para poner el pie, desviar el tiro y que la pelota pegara en el palo y no entrara... corrió Franco en dirección a la bomba central, como asegurando que la 14 era nuestra, pero le dijeron "pará, pará (?), que falta uno"; y el encargado era Bernal, el de poner el último ladrillo para culminar la obra del tricampeonato: avanzó y pateó a su derecha, suave pero colocado, disparo que no pudo atajar Viera pero sí poner a festejar, de cara a Sur, al equipo que más hinchas tiene este país.

La alegría fue muy grande... Será imborrable, inolvidable. Pasamos en títulos locales a América e igualamos a Millonarios, pero eso en ese momento valía dos pesos porque lo único que querían y hacían los hinchas 'verdolagas' era gritar "¡Tricampeoneees!". La gente de Nacional se sentía con una felicidad inmensa y eso era lo único que importaba.

El autor del gol 'de camerino' que abrió la ilusión

¡¡¡¡¡GAAAAAAAAAAAL, GAAAAAAAAAAAAAAL, GAAAAAAAAAAAAAAAAAAL!!!!! (?)

Cerrar el arco y acercar la estrella: ¡Grande, Armani!

Formaciones
Nacional: Franco Armani; Daniel Bocanegra, Alexis Henríquez (Wílder Guisao, 46'), Óscar Murillo y Farid Díaz (John Valoy, 63'); Jairo Palomino (Juan Pablo Ángel, 74'); Alejandro Bernal, Sherman Cárdenas, Edwin Cardona y Juan David Valencia; Jefferson Duque.
Junior: Sebastián Viera; Johnny Vásquez, Samuel Vanegas, William Tesillo y César Fawcett (Andrés Felipe González, 72'); Jossymar Gómez, Luis Narváez, Guillermo Celis y 'Carachito' Domínguez; Jorge Aguirre (Yhonny Ramírez, 72'); Edison Toloza (Maicol Balanta, 39').
El 'Verdolaga' le ganó de local por 2-1 a Junior, con tantos de Alexis Henríquez (1') y John Valoy (92'), y empate transitorio de Edison Toloza (16'), y en la serie de penales por 4-2, con ejecuciones 'verdes' de Juan David Valencia, Edwin Cardona, Daniel Bocanegra y Alejandro Bernal, y 'rojiblancas' de 'Carachito' Domínguez y Luis Narváez, mientras que fallaron Sebastián Viera y Johnny Vásquez, resultado que coronó tricampeón a Nacional.


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¹  Archivo.
²  Foto de EFE en Colombia.com   (http://imagenes.colombia.interlatin.com/sdi/2014/05/22/ad5824378f8d4e7f86aa2c2558438e59.jpg).
³  Ídem (http://imagenes.colombia.interlatin.com/sdi/2014/05/22/91bdeccd626749bea66921774eeb7303.jpg).
4  Archivo.
5  Foto de EFE en Colombia.com (http://imagenes.colombia.interlatin.com/sdi/2014/05/22/b7e5206e5f5c4c7ba9860355a82c65dd.jpg).
⁶  Foto de David Sánchez para El Tiempo (http://www.futbolred.com/contenido/liga-postobon/noticias/final2014/IMAGEN/IMAGEN-14019340-2.jpg).
⁷  Foto de EFE en Colombia.com (http://imagenes.colombia.interlatin.com/sdi/2014/05/22/c71daa5e2c6c42d5a3be607c94b3796d.jpg).
⁸  Ídem (http://imagenes.colombia.interlatin.com/sdi/2014/05/22/279908eb566a4b7c8c91d555127ab332.jpg).
⁹  Foto de José Torres para El Heraldo (http://cdn.elheraldo.co/sites/default/files/2014/05/22/galeria/final_triste_-torres_21.jpg).